Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Samuel 17, 38-52

38 Mandó Saúl que vistieran a David con sus propios vestidos y le
puso un casco de bronce en la cabeza y le cubrió con una coraza.

39 Ciñó a David su espada sobre su vestido. Intentó David caminar,
pues aún no estaba acostumbrado, y dijo a Saúl: «No puedo caminar
con
esto, pues nunca lo he hecho.» Entonces se lo quitaron.

40 Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco cantos
lisos y los puso en su zurrón de pastor, en su morral , y con su honda en la
mano se acercó al filisteo.

41 El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su
escudero.

42 Volvió los ojos el filisteo, y viendo a David, lo despreció, porque
era un muchacho rubio y apuesto.


43 Dijo el filisteo a David: «¿Acaso soy un perro, pues vienes contra
mí con palos?» Y maldijo a David el filisteo por sus dioses,

44 y dijo el filisteo a David: «Ven hacia mí y daré tu carne a las aves
del cielo y a las fieras del campo.»

45 Dijo David al filisteo: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y
jabalina, pero yo voy contra ti en nombre de Yahveh Sebaot, Dios de
los
ejércitos de Israel, a los que has desafiado.

46 Hoy mismo te entrega Yahveh en mis manos, te mataré y te cortaré
la cabeza y entragaré hoy mismo tu cadáver y los cadáveres del
ejército
filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, y sabrá toda la
tierra
que hay Dios para Israel.

47 Y toda esta asamblea sabrá que no por la espada ni por la lanza
salva Yahveh, porque de Yahveh es el combate y os entrega en
nuestras
manos.»

48 Se levantó el filisteo y fue acercándose al encuentro de David; se
apresuró David, salió de las filas y corrió al encuentro del filisteo.

49 Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó
con la honda e hirió al filisteo en la frente; la piedra se clavó en su frente y
cayó de bruces en tierra.

50 Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo
y le mató sin tener espada en su mano.

51 Corrió David, se detuvo sobre el filisteos y tomando la espada de
éste de sacó de su vaina, le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos
que había muerto su campeón, huyeron.

52 Se levantaron los hombres de Israel y de Judá y, lanzando el grito
de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y
hasta las
puertas de Ecrón. Los cadáveres de los filisteos cubrían el camino,
desde
Saaráyim hasta Gat y Ecrón.